miércoles, 8 de octubre de 2014

HE VUELTO DE NUEVO !!

Hola amigos, después del veraneo espectacular y tranquilo que me he tomado con mi familia, he retomado mi blog para que no se me olvide. Además seguro que encontraré cositas para vosotros interesantes, como una que acabo de leer, y que he puesto en " curiosidades " sobre el pasado ballenero de Luarca. Espero os guste !!

EL PASADO BALLENERO DE LUARCA

EL PASADO BALLENERO DE LUARCA


Se sabe a ciencia cierta que en las aguas valdesanas se cazaban ballenas desde el año 1420, pero es posible que esta actividad se remonte a tres siglos atrás.
Era una lucha a vida o muerte que requería mucha destreza y trabajo en equipo. Hasta que los vascos iniciaron la pesca de la ballena, en Valdés sólo se aprovechaban estos animales cuando quedaban varados en la arena, aunque llevasen días muertos. Eso nos da idea de la valoración que se tenía de ellos y la riqueza que suponía cobrarse una pieza. Pero los vascos idearon un sistema para pescar ballenas desde las chalanas, y todo el mar Cantábrico se llenó de estos pescadores. La tarea no era sencilla y precisaba de gran arrojo, puesto que es fácil imaginar cómo se sentirían estos hombres en una barca a merced del animal que, aunque pacífico, reaccionaba golpeando violentamente con la cola cuando era arponeado y podía conducir la barca mar adentro o directamente volcarla. Las chalanas llevaban seis u ocho hombres: tres remeros a cada banda, un arponero y un timonel que también actuaba como segundo arponero. Desde las atalayas -que hoy siguen existiendo en los concejos, pero se emplean como miradores-, se oteaba el horizonte por turnos hasta dar con estos cetáceos.


 Cuando estaban a la vista, la chalana salía con todos los cazadores, además de pertrechos, arpones, tabletas de boya y muchos cabos preparados para ser unidos rápidamente. En cuando el arponero alcanzaba a la ballena, ésta se sumergía, con lo cual había que atar rápidamente los cabos al arpón, a fin de alargar la cuerda y que la barca no se fuese hacia las profundidades con el animal. Paralelamente había que seguir remando y, si el cetáceo no estaba malherido, asestarle con las lanzadas para desangrarlo más. Para cansar a la ballena se enganchaban al cordel de arpones flotamientos de madera que agotasen al animal, sin olvidar la boya que señalase su posición cuando se sumergía e indicase a su vez quiénes eran los pescadores que la perseguían. Si la noche llegaba en plena faena, era imprescindible llevar un farol para que las demás chalupas viesen el rumbo que se seguía. Cuando el cetáceo daba bramidos comparables a un trueno sordo, y levantaba la cola tres o cuatro veces, era cuando sabían que se hallaba moribunda.


Una vez llevada a tierra, la ballena era despiezada. La actividad febril requería hogueras encendidas y muchas personas separando y cociendo la grasa, que luego se convertía en saín y era almacenada en toneles y separada por calidades. La carne se cortaba y repartía. El reparto era sagrado: había que dar las aletas -y en algunos casos, parte de los flancos- a la Iglesia, después elegía el arponero primero y la cofradía, luego el atalayero y por último los descarnacederos.


Este es el recuerdo de una forma de vida que constituye el pasado de Luarca, pero también pone de manifiesto la importancia de preservar a estos bellos animales, que han visto dramáticamente diezmada su población desde que en 1868 se inventó el arpón explosivo para cazarlas. Se calcula que desde entonces han muerto casi dos millones de cetáceos y muchas de sus especies están en peligro de extinción.

Fuente visitada. Revista: fusionasturias.com


viernes, 4 de julio de 2014

ENSALADA DE JUDIAS VERDES





350 gramos de patatas

200 gramos de judías verdes cocidas
4 huevos duros
2 latas de atún o melva
Aceite de oliva
Vinagre de vino tinto
Sal
Pimienta

Instrucciones:

Cortamos las patatas en trozos pequeños cocemos en abundante agua con sal. Dejamos el tiempo necesario hasta que queden tiernas, pero procurando que no se deshagan. Mientras tanto cocemos los huevos en agua hirviendo durante unos 10 minutos. Enfríamos, pelamos y cortamos en porciones.
Mezclamos los ingredientes; las patatas, las judías verdes cocidas, el huevo duro, el atún desmigado y aliñamos a nuestro gusto con aceite de oliva y vinagre de vino tinto. Para finalizar salpimentamos a nuestro gusto y servimos.

viernes, 27 de junio de 2014

UN NEGOCIO EN "CIERNES"

Hola  amigas,

Estoy muy contenta con la gran acogida que han tenido mus pulseras entre mis amigas y compañeras de jubileo. En la reunión anterior, (nos reunimos el último jueves de cada mes), me encargaron 8 pulseras y las llevé ayer junto con unos colgantes que he elaborado con las mismas cintas y anillas. Me han quedado muy bonitos y les encantaron a todas.

Los precios por si alguien quiere encargarme alguna, son :



Pulsera : 3 Euros
Colgante : 2 Euros

En caso que alguien de fuera quisiera alguna de estas pulseras o colgantes, concretaríamos la forma de envío, gastos etc.



CAKE DE BACON Y CEBOLLETAS



Ingredientes:
- 800 gr de cebolletas
- 200 gr de bacon en tiras
- media barra de pan duro
- 4 huevos
- 40 ml de nata líquida
- 4 cucharadas de queso rallado
- pimienta negra
- perejil picado
- pan rallado para el molde
- mantequilla para el molde
- aceite de oliva virgen extra





Elaboración:

Calentar un par de cucharadas de aceite de oliva en una sartén y dorar las cintas de bacon unos minutos. Añadir las cebolletas cortadas en rodajas finas, salar y dejar que se vayan haciendo durante unos diez minutos dándole vueltas de vez en cuando.
Encendemos el horno a 200ºC.
Batir los huevos en un bol, agregar la nata, sal, pimienta negra y el pan a trocitos pequeños. Dejar reposar unos quince minutos para que quede bien empapado y ayudar con un tenedor aplastando un poco.
Ahora añadimos la cebolla con todo el aceite de la sartén, un poco de perejil picado y el queso rallado.
Untamos un molde de cake con mantequilla y espolvoreamos con el pan rallado. Echamos toda la preparación y metemos al horno que ya estará caliente durante 40-45 minutos, y comprobamos que está hecho con una aguja de cocina o un palillo. Retiramos del horno, dejamos templar y desamoldamos.